"Mi hijo fue un niño feliz hasta que llegó el momento de tener que pasar 8 horas encerrado en un aula. En Infantil, siempre supe que algo no iba bien. No aprendía a leer y tampoco a escribir".
En 1º de Primaria, con el diagnóstico, llegaron el cambio de colegio y los problemas de adaptación para este niño, y la madre afirma que sufrió mucho.
Sus problemas de lectoescritura le llevaron a repetir segundo de Primaria, pero con la repetición llegó la integración. El colegio está en contacto directo con su pedagoga, que asiste a las evaluaciones y sabe qué tiene que trabajar con él.
Sin embargo, lo más importante es la dedicación de la familia para luchar contra el TDAH. "La medicina no es la panacea: es necesaria, pero un niño con TDAH debe llevar un tratamiento psicopedagógico, siempre en colaboración con el colegio, y contar con la inestimable ayuda de sus padres."
Milagros Martín Lumas es periodista y publica http://mividaconuntdah.com/, un blog en el que cuenta los avances y retrocesos que tienen ella y su hijo ("Mi príncipe").
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