El TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) es un trastorno que tiene su origen en la infancia y que se caracteriza principalmente por reducir la atención y producir un exceso de actividad, lo que se conoce como hiperactividad.
Una de las características más destacadas del TDAH es su complejidad y heterogeneidad, por tanto cada caso es diferente.
Una de las soluciones que encontramos en la actualidad son la puesta en marcha de medidas inclusivas. ¿Pero qué son estas medidas inclusivas?
Para explicaros más profundamente en lo que consiste os pondré a continuación una parte de la declaración de la UNESCO en el año 2005:
"La educación inclusiva puede ser concebida como un proceso que permite abordar y responder a la diversidad de las necesidades de todos los educandos a través de una mayor participación en el aprendizaje, las actividades culturales y comunitarias y reducir la exclusión dentro y fuera del sistema educativo".
Por tanto, para tratar el TDAH no hay que separar a los pacientes del mismo de los demás, sino integrarlos e incluirlos en todos los procesos educativos en igualdad y equidad de condiciones con los demás.
En general, se muestra un déficit en la amplitud atencional. El primer paso para la inclusión es realizar actividades que puedan atraer la atención de todos y todas en el aula. El paciente de TDAH además tiene tendencia a la impulsividad, a la que no se debe dar respuesta marginando al alumno o alumna del resto.
La educación inclusiva, como ya se ha citado, pretende responder a la diversidad de las necesidades de todos los alumnos. La actitud frente al trastorno puede cambiarlo todo. Los afectados por el TDAH se merecen un mundo donde se sientan comprendidos y aceptados y donde tengan las mismas oportunidades que los demás.
Para fomentar esta igualdad de oportunidades, sería conveniente crear ambientes estructurados, predecibles y adecuados para el aprendizaje.
Para crear un ambiente estructurado hay que adelantar la organización, revisar las lecciones anteriores, simplificar instrucciones...
Un ambiente predecible se construye estableciendo expectativas de aprendizaje y comportamiento y destacando puntos clave.
Un ambiente adecuado para el aprendizaje se crea facilitando la corrección de sus errores, sentando al paciente de TDAH en primera fila (pero sin estar separado de los demás), evitando ponerle en evidencia o mostrarle que es distinto a los demás, etc.
Como vemos, la utilización de prácticas inclusivas favorece a los alumnos con TDAH, así que éstas deberían ser llevadas a cabo más a menudo para favorecer la igualdad y equidad del alumnado.
"La educación inclusiva puede ser concebida como un proceso que permite abordar y responder a la diversidad de las necesidades de todos los educandos a través de una mayor participación en el aprendizaje, las actividades culturales y comunitarias y reducir la exclusión dentro y fuera del sistema educativo".
Por tanto, para tratar el TDAH no hay que separar a los pacientes del mismo de los demás, sino integrarlos e incluirlos en todos los procesos educativos en igualdad y equidad de condiciones con los demás.
En general, se muestra un déficit en la amplitud atencional. El primer paso para la inclusión es realizar actividades que puedan atraer la atención de todos y todas en el aula. El paciente de TDAH además tiene tendencia a la impulsividad, a la que no se debe dar respuesta marginando al alumno o alumna del resto.
La educación inclusiva, como ya se ha citado, pretende responder a la diversidad de las necesidades de todos los alumnos. La actitud frente al trastorno puede cambiarlo todo. Los afectados por el TDAH se merecen un mundo donde se sientan comprendidos y aceptados y donde tengan las mismas oportunidades que los demás.
Para fomentar esta igualdad de oportunidades, sería conveniente crear ambientes estructurados, predecibles y adecuados para el aprendizaje.
Para crear un ambiente estructurado hay que adelantar la organización, revisar las lecciones anteriores, simplificar instrucciones...
Un ambiente predecible se construye estableciendo expectativas de aprendizaje y comportamiento y destacando puntos clave.
Un ambiente adecuado para el aprendizaje se crea facilitando la corrección de sus errores, sentando al paciente de TDAH en primera fila (pero sin estar separado de los demás), evitando ponerle en evidencia o mostrarle que es distinto a los demás, etc.
Como vemos, la utilización de prácticas inclusivas favorece a los alumnos con TDAH, así que éstas deberían ser llevadas a cabo más a menudo para favorecer la igualdad y equidad del alumnado.
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